Publico esta nota como un testimonio personal de lo que viví al pasar la revisión técnica con mi automóvil el pasado sábado y como fruto de lo que pude reflexionar durante las cuatro horas y media que pasé desde que me ubiqué en la cola (11 am) hasta que salí con el resultado de la revisión (3:30 pm).
Primero, quiero aclarar que considero básico para una convivencia civilizada en el país que todos los vehículos pasen por una revisión técnica que sirva como mecanismo de control para evitar que vehículos que no cumplen ninguna norma mínima de funcionamiento circulen a sus anchas por Lima.
Con lo que no estoy de acuerdo es con que la Municipalidad de Lima le falte el respeto a la ciudadanía con la manera absurda en que está llevando adelante el proceso. Sustento mi opinión en un cálculo básico sobre la capacidad de atención que voy a sustentar a continuación.
Actualmente funcionan tres puntos para la revisión técnica. Confieso que sólo he ido a la Planta Lima Sur en la que habían 14 líneas de atención (es decir, se podían atender a 14 vehículos simultáneamente si todas estuvieran trabajando, algo que no sucedía). Considerando las tres plantas podemos estimar en 40 los vehículos que se pueden atender simultáneamente.
La revisión toma unos 20 minutos cuando menos (salvo que, como a mí, te toque estar detrás de un chofer que decidió discutir con el revisor la pertinencia de una calificación negativa y que le añadió 10 minutos más al proceso). Eso quiere decir que cada línea de atención puede atender 3 vehículos por hora. Entonces, 3 x 40 = 120 vehículos atendidos por hora.
Recientemente han decidido atender 24 horas al día. Si las 24 horas mantienen todas las líneas funcionando a plena capacidad, llegamos a 2880 vehículos revisados por día. Mientras no trabajen los domingos, eso nos da 25 días útiles al mes y, por lo tanto 25 x 2880 = 72,000 vehículos revisados por mes.
Está claro que este es el máximo que soporta este sistema dado que estamos suponiendo que no hay ningún "problema" (empleados que tienen que parar por refrigerio, caídas del sistema y un largo etc.).
¿Es eso mucho o poco? Partiré por lo planteado por la Municipalidad: los vehículos particulares deben pasar la revisión una vez al año y los vehículos de transporte dos veces. Si consideramos que la obligación tiene que ver con el último dígito de la placa y suponemos que la distribución entre números es uniforme, estamos hablando de que en esos 72,000 vehículos debe estar el 10% de los vehículos particulares y el 20% de los vehículos de transporte. Además, claro está de que cada vehículo que no pasa la revisión debe hacer visitas adicionales.
Da la casualidad de que el parque automotor de la región Lima y Callao estimado por el Ministerio de Transporte y Comunicaciones al 2006 era de 898,106 unidades. Podemos redondear a 900,000 para el momento actual. Si Lima Metropolitana acapara el 70% de las unidades de la región, estaríamos ante 630,000 vehículos. Si de ellos 60% son particulares (cifra que se observa en las estadísticas a nivel nacional del MTC) y 40% son de transporte público, el requerimiento mensual sería de 88,200 revisiones aún si ningún vehículo fuera reprobado en la revisión.
Por lo tanto, no se trata de buscar excusas -como ya he oído decir- en el típico "es que los peruanos siempre esperamos a última hora". ¡NO! En este caso en particular de lo que se trata es que tenemos autoridades (que algunos incluso osan proponer como futuros candidatos a la presidencia por su "capacidad gerencial") que no han sido capaces de hacer los cálculos más básicos para ver si estaban pidiendo algo posible o imposible.
Si no era posible tener más plantas, lo lógico era limitar el requerimiento. Igual hubiera sido un avance si se lanzaba el programa limitándolo a los autos con más de cinco años de antigüedad. Eso hubiera limitado la demanda y hubiera servido como un piloto interesante para medir cómo funcionaban las cosas.
Sin embargo, parece que todo esto es demasiado pedir para nuestras autoridades. ¡Qué pena que nos respeten tan poco!
miércoles, octubre 31, 2007
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1 comentario:
Estimado afortunado
Que simpatico saber que si hay quienes logran pasar la graciosa revisión técnica emprendida por nuestro alcalde de turno.
Es evidente lo disparatada de la propuesta para efectuar las revisiones con tan incompleta infraestructura. Seguramente que el objetivo será llegar a disponer de el parque automotor mas moderno del mundo, aunque terminemos siendo el pais con mas cantidad de vehiculos abandonados en la via pública porque no superan la revisión técnica.
El caso es que mi vehiculo no pasó ni a la primera ni a la segunda.
No puedo perder mas tiempo y dinero esperando al a tercera.
Sucede que el famoso gasometro solo lo tienen los señores de Lidercon, pues ningún taller anuncia contar con dicho dispositivo para poder brindar un afinamiento eficiente y comprobable a prueba de Lidercon.
Que lastima que nuestro burgomaestre no haya empesado ocupandose de las revisiones de los vehiculos de transporte público y luego de resolver ese problema recién nos hubiera molestado a los particulares.
Toda la población es conciente que la mayor contaminación proviene de las unidades de transporte público.
Es cierto que los particulares generamos contaminación, pero acaso no nos damos cuenta que el transportista público utiliza su unidad un promedio de 20 horas diarias y que el particular a lo sumo 2 horas al dia?
Parece que alegremente aceptamos las prepotencias de cualquier hijo de vecino que se dice el dador de soluciones urbanas.
Los vehiculos particulares dependen del ministerio de transportes y no de la municipalidad de lima.
Es que acaso en poco tiempo nos impondrán rutas de transporte a los particulares?
El alcalde sabe muchas cosas, pero zapatero a sus zapatos.
Basta de querer cambiar el mundo en dos dias.
Reconozco sus meritos, pero que tampoco se pase.
Ya tendremos oportunidad de ir a las anforas.
Y mientras tanto, habrá que andar sin revisión técnica.
Suerte
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