El uso de sustancias psicoactivas en horas laborales o por causas relacionadas con el trabajo es hoy tema de atención de las autoridades de salud. Nuevos análisis de la encuesta realizada por los ministerios del Interior y de la Protección y por la Dirección de Estupefacientes determinaron que al 9.844 colombianos, de 29.164 consultados –el 33,7 por ciento– , aseguraron que han consumido drogas ilícitas o licor o cigarrillo en el sitio de trabajo.
El consumo de marihuana (17 por ciento) y el de cocaína (14,1) supera al de alcohol (9 por ciento). El argumento de la mayoría de los que admitieron el uso de estas sustancias es que buscan un mayor rendimiento laboral.
Según el Ministerio de la Protección, se estableció que el gremio de la salud, paradójicamente, es uno de los cuatro sectores laborales en los que se ha detectado mayor consumo. Los otros tres son el financiero, el del transporte y el de la construcción.
Médicos, odontólogos, enfermeras y personal de la salud en general consultados en otra investigación justificaron el uso de drogas por el estrés, las extensas jornadas de trabajo y la carga laboral acumulada. "Ellos tienen fácil acceso a medicamentos de uso controlado, como tranquilizantes, analgésicos y otros", afirma Mónica Corchuelo, directora general de riesgos del Ministerio de la Protección. En esa población la percepción de estar en riesgo es menor –cree que por sus conocimientos médicos puede manejar el consumo. Entre ellos riesgo de suicidio asociados al consumo, especialemente de derivados del opio, es más alto. Una de las sustancias más consumidas es el demerol, medicamento derivado del opio y similar a la morfina que se usa como analgésico, según cuenta una doctora que trabaja en un centro de salud de Bogotá. "En un turno nocturno me desmayé después de tomarlo –cuenta–. Un compañero me encontró inconsciente en el baño".
Según los estudios, entre trabajadores del sector financiero –desde cajeros de banco hasta corredores de bolsa– la droga más usada incluso en horas de oficina es la cocaína, aunque el alcohol fue una respuesta constante. Un ejecutivo de una empresa de seguros que está en rehabilitación contó que ha llegó a gastar hasta 20 millones de pesos en rumba tras convertirse en adicto al alcohol y la cocaína.
En el sector de la construcción, la población con mayores problemas detectados es el de los maestros de obra. "El consumo de marihuana es elevado, así como el de sustancias alucinógenas naturales mezcladas con alcohol", asegura el estudio del Minprotección. "Algunos de ellos deben pasar horas en socavones, entonces usan sustancias, especialmente marihuana, para ‘ayudarse’", dice una persona que trabaja en ese gremio.
Finalmente, en los transportadores, prevalece el licor y el cigarrillo. Aunque algunos reconocen que para mantenerse en vigilia durante los largos recorridos acuden a la cocaína. Los constantes controles en las carreteras frenan el consumo de alcohol en la jornada laboral de este gremio, que se incrementa en los cambios de turnos.
"Un factor importante es que hay actividades de alto riesgo social y en ellas queremos focalizar acciones para prevenir la accidentalidad ocupacional", indicó Mónica Corchuelo. Por ello, el Ministerio de la Protección gestiona una encuesta en todas las empresas –en el país unas 600 mil tienen convenios con las Aseguradoras de Riesgos Profesionales (ARP)– para conocer los niveles de consumo y riesgo generados por los espacios y ambientes de trabajo.
También se prepara una resolución que definirá la obligación de las empresas de contar con una política de prevención, en el marco de los programas de salud ocupacional. La vigilancia, que ya aplican algunas compañías y otras 5 mil se preparan para el mismo proceso, la harán las entidades territoriales departamentales. Además, se firmó un convenio con la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) para que diseñe la estrategia de prevención para cada gremio.
La Oficina de Naciones Unidas con la Droga y el Delito (Unodc) adelanta los diseños de la campaña y materiales, que através de las ARP, llegarán a las empresas para intentar frenar el consumo de drogas, alcohol y cigarrillo.
Entre las propuestas está que los médicos reciban un programador con calendario, los financieros un CD interactivo, los transportadores un disco con un microprograma y tres canciones con mensajes de prevención sobre el consumo. Los constructores recibirían un plegable con imágenes en caricatura.
Todos, tendrán mensajes sobre el riesgo de consumo y cómo prevenirlo. Además, contenido con información y diagnósticos de autoevaluación.
Publication: El Tiempo - National and international news
Provider: Diario El Tiempo (CEET)
November 1, 2009
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